El Informe Económico de la Moda refleja de una manera muy clara la propia importancia del sector textil y moda en exportaciones, economía y empleo. Impulsarlo supone apostar por el talento, la tecnología (virtualidad) y consumidores (sensibilización). Europa puede reforzar su posición internacional alrededor de circularidad, innovación y narrativa. Pero, en esta segunda mitad de Siglo XXI, con China como una superpotencia global, deberemos acostumbrarnos a prosperar “entre fuerzas, tendencias y modelos sistémicos (e, incluso, en las visiones del mundo que nos rodea) aparentemente contradictorias conviviendo en una cierta armonía” (Observar el arroz crecer Editorial Ariel – Julio Ceballos). Este informe vuelve a englobar el conjunto del sector textil, inclu-intrínseca de la realidad y consustancial al desarrollo, crecimien- yendo confección, calzado y cuero. Tal como señaló la Comisiónto y prosperidad. En un mundo, en aparente reordenación hacia Europea en 2021, todavía en un contexto pandémico, este ecosistemael Sudeste asiático, más nos valdría asimilarlo: “iterar, pivotar y ha sido reconocido como estratégico por su papel en la resiliencia transformar”. de las cadenas de suministro. Abarca múltiples cadenas de valorEuropa es, hoy en día, un poder regulador significativo, todavía que van desde productos convencionales (moda, decoración, textilen términos de PIB mundial (entorno al 18% del PIB global), con hogar) hasta soluciones técnicas y tecnológicas aplicadas en sec-elevados estándares sociales, medioambientales y de gobernanza tores clave como la salud, la defensa, la protección industrial o lacorporativa. Pero también con amplias debilidades. Algunas de ellas agroalimentación. Las manufactureras textiles europeas suponenson su rápido envejecimiento, la dificultad de impulsar reformas unos 1,3 millones de empleos, 64.000 millones en exportaciones yestructurales, su dependencia industrial, energética y de materias 170.000 millones de facturación (Eurostat). primas, unos mercados interiores de bienes, servicios y capitales Esta industria ha sufrido profundos procesos de reconfiguraciónfragmentados y con dificultad para transferir los conocimientos a lo largo de estos últimos cincuenta años. Pero, llegado este punto,científicos en innovación. Se afirma que, sin una sólida diplomacia, lejos de haberse estabilizado, asistimos a nuevas presiones transfor-economía y defensa comunes, más que un jugador, Europa es un madoras sociales, culturales, económicas, tecnológicas y geopolíticastablero de juego para las grandes potencias. La cuestión es que cuyo principal denominador común es hallarse sometidas a unavanzaremos con enormes dificultades sin creencias motivantes, un entorno volátil, inmediato pero incierto, ruidoso pero complejo,mismo proyecto compartido y una nueva forma de ver el mundo. ambiguo pero acelerado y, al mismo tiempo, con simultaneidadPero, volviendo a lo micro, nos asaltan dudas sobre qué hacer. de disparidades (VI2RCA2S). Es probable que la Industria textil y moda europea deba abordar su Para los occidentales ese nuevo escenario es profundamentefuturo con una mayor especialización en nichos con tecnología, crea- insólito, impropio de nuestra cultura y ajeno a la forma de pensartividad e innovación en su núcleo, una mayor consolidación trans- cartesiana predominante. Para nuestros competidores asiáticosfronteriza para alcanzar una cierta escala global y, al mismo tiempo, albergar, tolerar e, incluso, cultivar contradicciones (aceptando laadaptación local (a) / (en) diversas identidades culturales, Algunas convivencia de los “opuestos contrarios” en armonía) forma partecuestiones habituales a esos procesos sería integrar la geopolítica 7