60 AÑOS NO SON NADA Cumplir 60 años impresiona un poco. Ya os to-cará. Junto a la gratitud por los dones de Dios, de la familia y de la vida, uno tiene que enfren-tarse a la evidencia de que las líneas maestras de su vida ya están trazadas, y de que muchos proyectos y ambiciones se quedarán irreme-diablemente en el tintero, para la otra vida. A partir de los 60 conviene ir admitiendo que el sol, irremediablemente, nos da por la espalda. LUIS MARTÍNEZ FERRANDO Presidente de Fomento de Centros de Enseñanza +