Lo que, para Rosa, comenzó siendo un voluntariado durante las tardes entre semana, acabó convirtiéndose en una colaboración prácticamente a tiempo completo cuando la Dra. María Cordón le ofreció asumir la nueva responsibilidad. Su entusiasmo, empatía y vitalidad arrolladora, además de su conocimiento de la situación después de muchos meses, la habían convertido en la candidata idónea para hacerlo. Aunque con posterioridad sacó plaza como especialista estomatóloga, sus primeros años como médica los dedicó a la docencia y su tesis doctoral versó sobre el sistema nervioso central. Tras trabajar como profesora en su Valladolid natal, Rosa se instaló en Madrid donde dirigió su propia consulta de estomatología. Cuando se inscribió en el ICOMEM como voluntaria en 2021, estaba recién jubilada y tenía tiempo y muchas ganas de seguir aportando a la sociedad. Lo que nunca imaginó es que acabaría no teniendo casi un minuto para ella y que no daría abasto para responder y ubicar a cada uno sus colegas voluntarios, a los que manda correos, a veces, a las dos de la madrugada. “Si se para esta pandemia es porque se ha puesto la vacuna” Dr. Héctor González De la Heras, voluntario C.D SABER Más Especial #ICOMEMvacuna