serie de recorridos que rompen el tamaño excesivo de la manzana, dotando de permeabilidad a la misma. Todo el conjunto queda perfectamente integrado en la zona. De hecho, desde el primer momento de la ela- boración del proyecto, se estableció un estrecho diálogo con el volumen del polideportivo municipal situado en la parcela contigua. El acceso peatonal se lleva a cabo por el único vial que da servicio a la parcela, a través de una plaza de acceso al mismo nacida del retranqueo del inmueble respecto del vial, y posible dado que la parcela no tiene ningún cerramiento. Por su parte, el acceso rodado al aparcamiento se rea- liza de forma discreta en su linde norte, lo que permite de- jar más abierto el edificio en sus lados sur y este y generar una zona de dominio visual libre y con buena orientación, que facilita la relación con las edificaciones colindantes. La utilización del mismo pavimento exterior en la pequeña plaza interior invita al ciudadano a entrar al edificio y pasar bajo el pórtico principal, generado por el elemento en voladizo de planta primera. Este espacio de bienvenida, que también sirve de vestíbulo del salón de actos, está iluminado por una gran marquesina trans- parente que permite la entrada de luz natural. El edificio juega con la volumetría gracias al desarrollo de la macla de cuatro prismas