ibiza Fotos: © Andrés Iglesias presenta, aisladas y en grupo. Y la sala, que hasta entonces pare- cía vacía, queda cargada de sentido”. Son pocos los carpinteros que hoy trabajan la silla payesa en Ibiza del único modo que se puede: a mano y con mino. Uno de ellos es Bartolomé Marí Serra (Santa Eulalia del Río, 1986), que aprendió a “montar” estas sillas de su padre ya jubilado cuando tenía 17 años: “Le veía como las hacía en madera y terminé apren- diendo también el encordado tradicional de la isla”. La silla payesa o silla ibicenca tiene un origen desconocido, pero su diseño y uti- lidad va muy ligada a la propia idiosincrasia de la arquitectura y la forma de vida ibicenca. “Son las sillas de nuestros abuelos, están ligadas a la propia cultura de la isla”, asegura Bartolomé, que pro- duce unas 200, totalmente a mano, “un año bueno”. Una silla payesa auténtica está producida con madera de pino ibicenco u olivo, y su asiento se hace con cuerda de fibra natural de esparto, redonda o plana, de dos o tres hilos. “El dibujo tradi- cional del cordón es a cuadros, pero también como mirallet, Se tarda dos días en hacer una silla a mano. // enG It takes two days to make a chair by hand.