rascafría Rica naturaleza, aire puro y paz monacal 09 PATONES La villa del ‘rural chic’ 10 Fotografías: Juan Naharro/Getty (escalera Manzana-res el Real), © Comunidad de Madrid (Castillo Manzana-res y Rascafría), D.Carreño/Alamy/Cordon (Patones) +MERECE UN VIAJE manzanares el real Castillos y montañas mágicas Satisfacer a los viajeros más exigentes va a resul-tar muy fácil si se acercan a esta villa que presu-me de contar con el castillo mejor conservado de toda la Comunidad: un espacio convertido en museo en el que toda la familia encuentra diver-sión. Ahora bien, Manzanares El Real es mucho más que arquitectura e historia. Su riqueza na-tural la sitúa entre los escenarios ecológicos más valiosos de la región, gracias a sus bosques, al em-balse de Santillana y a La Pedriza, que reina en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. + QUÉ HACER AQUÍ... El río Manzanares demuestra aquí que su denostada fama no obedece a la realidad. Aunque no sea un río muy caudaloso, en su nacimiento y su cauce previo a entrar en la capital, presume de aguas cristalinas y parajes de gran belleza natural con infinidad de especies de flora y fauna. rascafría Rica naturaleza, aire puro y paz monacal Es uno de los parajes naturales más hermosos de la Comunidad de Madrid. En pleno Valle del Lo-zoya, a los pies de la Sierra de Guadarrama y jun-to a las cumbres y lagos de Peñalara, su mayor reclamo turístico es el Real Monasterio de Santa María del Paular, que mandó fundar Enrique II en el siglo XIV: un conjunto arquitectónico que cuenta con una rica colección de pinturas de Vi-cente Carducho, cedidas por el Museo del Prado. Impensable abandonar la villa sin contemplar sus vistas desde los miradores de Los Robledos y del Valle. + QUÉ HACER AQUÍ... Las puras y límpidas aguas del río Lozoya se convierten en el mejor escenario para refrescarse. El área de Las Presillas nos ofrece varias piscinas naturales con preciosas vistas al macizo de Peñalara y Cuerda Larga. PATONES La villa del ‘rural chic’ Perfecto ejemplo de la arquitectura negra –por ser la pizarra su material principal– Patones de Arriba es un pueblo apartado que ha sabido convertir su paisaje y su singularidad arquitectónica en destino de moda. A ello ha contribuido una amplia oferta de hoteles rurales con encanto y una gastronomía contemporánea. Y para quienes deseen aminorar la marcha, Patones de Abajo les espera con un ritmo más calmado. En sus alrededores, rutas geológicas para amantes de espeleología. + QUÉ HACER AQUÍ... Recorrer con calma la senda ecológica de El Barranco –que separa Patones de Abajo y de Arriba–, repleta de formaciones geológicas y una rica naturaleza.