Aimpoint AB De la teoría a la práctica Diseñados a conciencia Puesta a tiro con truco Entre otras ventajas, las miras de punto rojo carecen de paralaje y la distancia al ocular es ilimitada, lo que permite montarlas en cualquier parte del arma con la seguridad de que el tiro impactará siempre donde señala el punto. Frederik Jacobson, director de Formación de Aimpoint. Entre otros muchos aspectos de interés sobre el manejo de las miras de punto rojo, nos enseñó a apuntar con los dos ojos abiertos y sin parar el encare. Peder Grönvall pone a tiro una mira Acro S-2, montada en una superpuesta Fabarm, utilizando la técnica que se describe en el artículo. Nótese que la escopeta está ‘cargada’ con dos vainas sin pistón para poder mirar a través del agujero que deja en los culotes hasta conseguir que el punto rojo quede perfectamente centrado en los cañones. Aimpoint AB La historia de Aimpoint comienza en 1974 cuando Arne Ekstrands tiene la idea de crear una mira de punto rojo para poder disparar con mayor precisión a la caza y en el campo de tiro. Como carecía de recursos, para poder producir su invento se asocia con el empresario Gunnar Sandberg, de la empresa ElektroSandberg, y ambos consiguen lanzar al mercado en 1975 la primera mira comercial de punto rojo: el modelo Electronic, que fue producido en unas instalaciones habilitadas para su fabricación en el puerto de Malmö (Suecia). Después de cincuenta años, la compañía ha cre-cido muchísimo; es propiedad al cien por cien de Per Sandberg, su presidente es Lennart Ljungfelt, su sede principal de Investigación, Desarrollo y Ventas está ubicada en Malmö, tiene dos plan-tas de producción en Malmö y en Cällivare y una filial en Manassas (Virginia, EE. UU.) que opera con el nombre de Aimpoint Inc. En 2023 tenía 415 empleados y había fabricado más de 4 mi-llones de puntos rojos para todo tipo de armas y usos: rifles y escopetas de caza y de tiro, pistolas para tiro y defensa y para numerosos modelos de armas policiales y militares. Aimpoint lanzó en 1975 la primera mira de punto rojo, por lo que está a punto de celebrar su 50.º aniversario. Tiene su sede principal en Malmö, dos plantas de producción en Malmö y en Cällivare (Suecia), así como una filial en Manassas (Virginia, EE. UU.) que opera con el nombre de Aimpoint Inc. Diseñados a conciencia En teoría, todos los puntos rojos funcionan bajo el mismo principio: poseen una lente que captura la luz de un LED que crea el punto rojo que se usa para apuntar. Y, también, en teoría, todos presentan la ventaja sobre las miras convencionales (alza y punto) y sobre los visores con aumentos de que permiten disparar a distancias cortas y medias de forma más rápida y segura sobre blancos estáticos y en movimiento, entre otras razones, porque carecen de paralaje y la distancia al ocular es ilimitada, por lo que se pueden montar en cualquier parte del arma con la seguridad de que el tiro impactará siempre donde señala el punto rojo. Por ejemplo, cerca de la boca de fuego o del ojo o incluso en un costado. Sin embargo, los puntos rojos Aimpoint ofrecen, además, muchas prestaciones que no siempre tienen los de otras marcas: la lente posee trata-mientos que eliminan los reflejos y permiten ver nítido el punto sobre cualquier fondo; los man-dos de ajuste son muy precisos; funcionan du-rante muchas horas sin necesidad de cambiar la pila; son resistentes al agua, estancos al polvo, a la temperatura y al retroceso, etc. Además, cada modelo se ofrece con tamaños de punto ade-cuado para el uso principal para el que se han proyectado, porque si es muy fino es útil para disparar lejos, pero no se ve bien de cerca cuan-do se dispara sobre objetivos en movimiento (*). (*) Tenga en cuenta el lector que un punto de 2 MOA cubre a 100 metros 6 centímetros, pero tan sólo 1,5 cm a 25 metros. Sin em-bargo, uno de 6 MOA cubre a 25 metros, 4,5 cm, por lo que se ve mejor y es más apropiado para cazar cerca animales en movi-miento. Por esta razón las miras Aimpoint se fabrican con puntos de numerosos tamaños: 2; 3,5; 4; 6 y 9 MOA, etc., que cubren to-das las modalidades de caza, tiro y defensa. De la teoría a la práctica Tras la presentación de las jornadas, los instructores de tiro nos explicaron cómo se debe apuntar y poner a tiro los puntos rojos montados en rifles y escopetas y, a continuación, tuvimos la oportunidad de probarlos utilizando los dos tipos de armas. En rifles sobre diversos tipos de blancos estáticos (siluetas de jabalí, globos, etc.) en una de las galerías de 25 metros y en escopetas tirando platos de compak. Según Frederik Jacobson, con los puntos rojos se debe apuntar siempre con los dos ojos abier-tos, lo que permite identificar bien el blanco y juzgar mejor la distancia, incrementa la seguri-dad y el número de aciertos. Además, aunque se dispare sobre blancos estáticos no hay que parar el encare: una vez identificada la pieza, se tiene que dirigir el punto hacia la zona vital y disparar. Puesta a tiro con truco Las miras de punto rojo Aimpoint poseen mandos de ajuste en altura y deriva que son muy precisos y se ponen a tiro como se procede con cualquier visor, por lo que no vamos a explicar cómo se centran montadas en un rifle, pero sí en escopeta. Es mucho más interesante comentar cómo Pe-der Grönvall nos enseñó a poner a tiro las esco-petas de cañones basculantes de forma sencilla, rápida y sin necesidad de disparar: abrió la esco-peta y la apoyó de modo que sus cañones apun-taran a un blanco (situado a 25 metros). Luego, introdujo en las recámaras dos vainas sin pis-tón y, mirando por el ánima a través del agujero que tenían los culotes al carecer pistón, reguló la mira hasta lograr que el punto rojo se divisara centrado en los cañones. Así de fácil y de fiable, porque con esa escopeta (una Fabarm Elos N2 Sporting) todos rompimos muchos platos. Cabe añadir que los Aimpoint presentan la ven-taja de que los clics son táctiles, además de au-dibles, para que el usuario pueda saber qué co-rrección está haciendo en ambientes ruidosos. Y también que cada clic corrige de forma muy precisa en altura o deriva el punto de impacto y que en los manuales del usuario de cada modelo de mira se indica a qué equivale el desplazamien-to por clic (generalmente, 2 cm a 100 m), cómo hacer las correcciones y cómo montar el visor en el arma utilizando una llave especial multiuso que sirve también para cambiar la pila.