29 Cuidados del Cuidador > Síndrome del Degaste Profesional El estrés físico y psicológico mantenido durante más de un año debido a la COVID-19 puede producir un SDP. Los fac-tores que han podido influir para su desarrollo son: – Las características propias de esta pandemia: velocidad de trasmisión, conocimiento incierto, imprevisibilidad, afluen-cia masiva de pacientes y la prohibición de visitas de familia-res que genera sentimiento de culpa. – Los esfuerzos no recompensados con éxitos terapéuticos y el elevado número de muertes de pacientes, colegas y fa-miliares. – La exposición directa a pacientes con alta carga viral, el riesgo de infectarse e infectar a sus familiares, el conflicto entre la prevención de riesgos y el deseo de brindar apoyo y la estigmatización de los trabajadores sanitarios (TS). – El agotamiento físico y la inseguridad que produce el tener que ejercer tareas distintas que requieren de habilidades adquiridas rápidamente. – El aislamiento social y la separación de los seres queridos que ha dificultado la intimidad y la ventilación de emociones. – La falta de materiales y equipos de protección individual (EPI), la saturación del sistema sanitario y la impotencia. – Las cuestiones éticas relacionadas con la toma de decisio-nes en un sistema asistencial en tensión. El síndrome de desgaste profesional perjudica a los TS y re-duce su capacidad de abordar eficazmente la emergencia sanitaria. CONSECUENCIAS DEL SDP – Físicas: hipertensión arterial, enfermedad coronaria, fati-ga crónica, cefaleas, dolor abdominal, colon irritable, úlcera duodenal, asma, alteraciones del sueño, dermatológicas, menstruales, disfunciones sexuales y dolores musculares o articulatorios. – Salud mental: ansiedad, depresión, irritabilidad, baja au-toestima, anhedonia, abulia, dificultades de concentración, distanciamiento emocional, frustración y deseos de aban-donar el trabajo. Algunos estudios indican que circunstan-cias personales como la mayor edad, el neuroticismo, el apego disfuncional y el afrontamiento desadaptativo influ-yen en esta salud mental. – Laborales: absentismo laboral, abuso de drogas, violen-cia, conducción temeraria, ludopatía, disminución de pro-ductividad, falta de competencia y deterioro de la calidad del servicio. Estas reacciones de mala adaptación pueden ser duraderas y persistir más allá de la pandemia. Según diversos estudios, más del 50% de los TS han tenido síntomas depresivos, cer-ca del 45% ansiedad, alrededor del 35% insomnio y el 71% angustia y síntomas de estrés postraumático. El mayor nivel de estrés percibido se ha dado entre las enfermeras, según estos estudios. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN A nivel individual: Observar el autocuidado, mantener las pausas laborales, estructurar el cuidado de los hijos y/o de-pendientes, recordar las reglas higiénicas y dietéticas dia-rias, cuidar el sueño, la actividad física, reducir la exposición a noticias negativas y evitar el consumo de alcohol o drogas. A nivel psicológico, los profesionales de la salud mental han dado apoyo psicológico por teléfono a los TS. Les han ase-sorado sobre cómo manejar el estrés y los problemas, cómo expresar las necesidades, les han formado en resiliencia y emociones y les han asesorado sobre cómo mantener re-laciones de apoyo dentro y fuera de la familia. Además, se establecerán estrategias para detectar posteriormente tras-tornos mentales entre los TS. A nivel institucional, la prevención requiere instrucciones claras, información actualizada, suministro de EPIs, pruebas de detección, apoyo logístico (transporte, alojamiento, edu-cación, etc.), supervisión sobre la acción, protocolos para la toma de decisiones difíciles, reorganización de equipos, organización de tiempos para el apoyo entre colegas, fle-xibilidad horaria y reconocimiento verbal y económico del compromiso de cada profesional. A nivel social, se necesita valoración de la labor ejercida por los TS, dando la posibilidad de tener ocio y momentos de relax. CONCLUSIÓN Dado que la emergencia sanitaria no ha terminado, no se puede evaluar adecuadamente el impacto del síndrome de desgaste profesional en los TS. Sin embargo, la evidencia recomienda desarrollar estrategias de prevención y manejo de la sintomatología asociada al SDP, observar sus eventua-les consecuencias y que los Gobiernos cambien sus políti-cas de Salud Pública y de apoyo a los TS. • Dra. Lucía Gallego Deike, – Instituto de Psiquiatría y Salud Mental Hospital Clínico San Carlos /Universidad Complutense de Madrid El agotamiento, el aislamiento social, la falta de equipos y los esfuerzos que no han podido evitar muertes, están entre las causas de SDP