32 Solo hay dos formas de morir: bien y mal. Morir es un acto instantáneo, una transición, y por eso, lo que real-mente importa no es cómo morir, sino cómo aproximarse al momento de la muerte. A este periodo de aproximación y a las circunstancias que lo rodean se le conoce como “proceso de morir” y constituye uno de los retos más apa-sionantes de nuestra vida. Morir, como nacer, no es sencillo desde el punto de vista físico. En el caso del final de la vida, la cuestión se complica todavía más debido a las circunstancias emocionales, so-ciales y espirituales que acompañan este periodo. Dos de cada tres personas mueren de una forma más o menos previsible, después de un periodo de enfermedad. La severidad de la patología, la posibilidad de padecer sín-tomas físicos intensos o sufrimiento emocional, y la depen-dencia que sobreviene, requieren de la medicina una res-puesta exquisita y bien coordinada. Una respuesta global. En los últimos 50 años se ha desarrollado una nueva área de conocimiento, la medicina paliativa, que es capaz de re-solver con éxito el sufrimiento relacionado con la enferme-dad terminal. Esta disciplina implica a prácticamente todo el sistema sanitario y en gran medida al entramado sociosani-tario. Hoy, prestar adecuados cuidados paliativos no es una opción, sino una obligación tanto para las Administraciones como para la profesión médica. Cuidados paliativos, una prestación médica esencial Madrid Médico • Nº150 Julio 2021 “La medicina paliativa es capaz de resolver con éxito el sufrimiento relacionado con la enfermedad terminal”