En plena era de la hiperconexión y de las redes sociales, la OMS alertó en 2017 de que el Reino Unido es el país europeo con mayor índice de perso-nas que se sienten solas. Una comi-sión gubernamental hizo que saltaran todas las alarmas al revelar que 9 mi-llones de británicos se sentían solos con frecuencia o siempre. Hasta el 75 % de los ancianos viven sin nadie que les acompañe y 200.000 pueden pasar un mes sin tener una sola conversa-ción con un amigo o familiar. ¡Un mes entero sin que nadie acuda a verlos y sin dirigirle la palabra a nadie en per-sona! Tras el impactante y turbador informe, la primera ministra británica, Theresa May, anunciaba la creación de un Ministerio de la Soledad. La pandemia del COVID-19 ha tenido un silente efecto colateral que ha cau-sado estragos: la soledad. En Japón los suicidios han aumentado un 3,7 % más que en 2019 alcanzando la esca-lofriante cifra de 20.919, muchas más que las que murieron por efectos del coronavirus. Se calcula que casi 4.500 personas mayores murieron en sole-dad y el gobierno nipón ha seguido los pasos del Reino Unido nombrando un ministro de la Soledad. Los datos en España son también pre-ocupantes. El INE establece que casi 5 millones de hogares son unipersona-les, un 2 % más que el año anterior, pero en mayores de 65 años, ese in-cremento de la soledad ha subido un 6 %. Ahora hay 96.200 personas más viviendo solas en nuestro país. El 28 de marzo de 2020, solo un día después de que se activara el teléfono gratuito (900 124 365) de apoyo psi-cológico que la Comunidad de Madrid puso en marcha con los profesionales del COPM, ya habían atendido más de 700 llamadas y en una semana suma-ron 2.163. La sociedad avanza a pasos agiganta-dos gracias a la tecnología con robots sociales que ejercen de cuidadores mientras el sistema en su conjunto está fallando de forma estrepitosa. A mayor conexión, mayor soledad, tristeza y desesperanza. Y a mayores avances, mayor deshumanización. El sistema sanitario, piedra angular del estado de bienestar, es su máxi-mo exponente. En este número reco-gemos la importante propuesta del Dr. Tomás Cobo, presidente del CG-COM, de engranar un pacto de Estado por la Sanidad Pública. Lanzó su pro-posición en el coloquio de los Cuida2 de principio a fin celebrado en el ICO-MEM. La campaña para la implanta-ción del #CódigoCuida2 genera cada día más adhesiones y es un eslabón más para la consecución de este gran pacto que debería ser integrador de todas las fuerzas políticas para perdu-rar en el tiempo. Ante la vulnerabilidad, el abandono, el abatimiento y la soledad, se hace más necesaria que nunca una sanidad pública universal y gratuita reforzada que ponga a las personas en el centro para cuidarlas de principio a fin como merecen. • Enromán paladino § Isabel Durán Directora de Madrid Médico © Luis Malibrán Solicitudes para recibir MAdriD Médico. Ante la gran cantidad de solicitudes recibidas por parte de los jubilados para que se les haga llegar mensualmente la edición impresa de la revista, esta se enviará a todo el colectivo de jubilados, salvo que se indique lo contrario al ICOMEM. El resto de colegiados podrán continuar recibiéndola en sus domicilios si así lo desean solicitándolo a través de la web www.ICOMEM.es; o enviando un e-mail a revista@icomem.es; o por carta: c/Santa Isabel 51, 28012 Madrid. La revista se encuentra también disponible vía app y en la web del ICOMEM.