El proceso de formación de un médico es un camino farragoso y complicado. Tras una etapa escolar complicada y obtener una nota excelente en los exámenes de acceso a la universidad, comienza el período formativo universitario. Seis años después y tras una preparación intensa para el examen MIR, nuevos residentes se incorporan cada año a las plazas de FSE del Sistema Nacional de Salud. Las facultades son una pieza elemental en este puzle formativo y, sin embargo, parecen encontrarse en modelos docentes y de aprendizaje que quedaron obsoletos hace años. Clases magis-trales, extensísimos temarios y escaso aprovechamiento de las oportunidades de interacción docente – alumno son algunos de los puntos débiles de nuestro sistema. Asimismo, la apertura de un número cada vez mayor de Faculta-des de Medicina evidencia la falta de comprensión de uno de los aspectos esenciales en la formación de un médico: las prácticas clínicas. ¿Existen hospitales con capacidad para absorber a un número creciente de estudiantes? ¿Preferimos dar una forma-ción de peor calidad a un número mayor de médicos o dar la mejor formación a un número acorde a las necesidades y posibi-lidades del SNS? Además, dejando a un lado la problemática de la apertura de nuevas facultades y los riesgos que comportan en cuanto a la educación médica, existen habilidades, especialidades y destre-zas que son olvidadas en el diseño y estructura de los distintos grados en Medicina. Por un lado, existe una tendencia generalizada a relegar a un se-gundo plano a las especialidades generalistas como Medicina In-terna o Medicina Familiar y Comunitaria que, sin embargo, consti-tuyen un pilar fundamental del SNS y son desconocidas para gran parte del estudiantado. Por otro lado, habilidades más humanísticas como la comunica-ción médico – paciente o más técnicas como la realización de sutura o el manejo de técnicas diagnósticas como la ecografía suelen contar con una distribución de horas escasa y además sobrecargada por la masificación de los grupos de estudiantes que pretenden aprender estas destrezas. En definitiva, las Facultades de Medicina deben transformarse, reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos fomentando una educación médica de calidad y siendo conscientes de la gran res-ponsabilidad que acogen en sus aulas: el futuro de la Sanidad. • El córner de los estudiantes EL FUTURO DE LA SANIDAD Acto homenaje médicos fallecidos por la covid-19 Las conferencias de senior se despiden hasta depués del verano. El sábado 5 de junio se celebró un sentido homenaje por los médicos fallecidos por la COVID-19. La Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) ha sido la encargada de convocar este acto donde han asistido familiares de los profesionales fallecidos, representantes políticos, portavoces de sociedades científicas, sindicatos y pacientes, como también representantes del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid. El acto, que se ha llevado a cabo en el Templo de Debod, ha sido especialmente emotivo cuando se procedió a leer el nombre de los 19 médicos fallecidos y donde se ha pedido que la COVID sea considerada enfermedad profesional. Después de una temporada marcada por el éxito de asistentes virtuales y del altísimo nivel de los ponentes en las conferencias organizadas por la vocalía de Senior. Estas se despiden hasta después del verano. Desde primeros de año, todos los martes a las 18:00 horas y con diferentes temáticas, pero sobre todo versadas en la historia, se han emitido en streaming desde el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid y de forma gratuita para todos aquellos médicos jubilados que han deseado disfrutar de estos encuentros con la historia. NOTICIAS DESDE ICOMEM 37