ciudad de Almendralejo (33.000 habitantes), multiplique esa capaci-dad por 125 da idea de lo que ha progresado la ingeniería fotovoltaica, además de la necesidad urgente de que así sea. Aquella instalación navarra ha cumplido su misión de perdurar gracias a una tecnología consistente. Sigue funcionando. Ahora su heredera nace con idéntico propósito de servicio y longe-vidad. Confirma el interés por el mercado español. Y ambas reflejan la estrategia first mover. Ser pioneros. Abrir mercado. Tirar del carro. “Anticiparnos en el conocimiento de soluciones que pensamos que triunfarán en el futuro, exactamente lo que hicimos en España cuan-do casi nadie apostaba por la fotovoltaica”, explica Marta Fernández