depuradas y alcanzar porcentajes de valorización mucho más altos”. Pero también resulta crítico el arrojo empresarial “para ir más allá y superar los plazos y porcentajes que fijan las normativas”. Miragaya habla de ACCIONA, cuyas tasas de reutilización, reci-claje y valorización superan el 80% en todas sus actividades y en algunas, como las renovables, están a menos de dos puntos del pleno 100%. “En el Grupo nos hemos marcado el objetivo de desarrollar soluciones circulares para prevenir, recuperar y valo-rizar la mayor cantidad posible de materiales, incluso tender al cero residuos en algunas actividades avanzadas. La circularidad es un buen modelo de negocio”, apunta el directivo. fuente de riqueza ¿Cuánto? Según el Pacto Mundial, el PIB europeo podría aumen-tar hasta un 11% en 2030 e incluso un 27% a mediados de siglo, en comparación con el 4% y el 15% en el modelo lineal, si aplica crite-rios circulares progresivos. Con la ventaja de que los países pioneros optimizan el valor, al menos en las primeras fases, de unas tecno-logías demandadas económicamente y socialmente deseadas.Otro informe reciente retrata la oportunidad en términos de necesidad, por ejemplo la de recuperar el 30% del cobalto y el 20% del níquel y el litio de las baterías usadas para cubrir la demanda europea en 2035, además de las tierras raras en las maquinarias eléctricas de los aerogeneradores o la plata de los paneles fotovoltaicos, apenas el 0,5% de su masa pero el 47% de su valor. Hablamos de un cambio histórico de mentalidad, tecnología, negocio y escala. Ahora bien, los muros se derriban con la percu-sión del ariete que abre la primera grieta. Sobre todo el de empre-sas que perfeccionan el reciclaje químico de plásticos para evitar su degradación hasta volverse no reciclables. O que empiezan a recuperar, como ACCIONA, las fibras de vidrio, de carbono y las resinas de las palas de aerogeneradores, con diferencia los compo-nentes más difíciles de deconstruir porque su ingeniería de mate-riales necesita resistir tensiones épicas. Ahora bien, aún queda mucho I+D y mucho estímulo económico y legislativo para que esos materiales, con la cantidad y la pureza necesarias, retornen al círculo en forma de nuevas palas, coches o fuselajes de avión. Por cierto que el ariete, mejor si es colectivo: la patronal eólica ha pedido a la UE la prohibición del depósito de palas en vertede-ros, para 2025 aunque parece que puede retrasarse, con el fin de forzar la industria del reciclaje. Es un movimiento preventivo si “se calcula que en 2030 habrá unas 50.000 turbinas al final de su vida útil en Europa”, explica el directivo de ACCIONA. construcción pionera Así que el círculo perfecto de momento es una forma irregular. De ahí la importancia de que los materiales dóciles en su reutilización, revalorización y reciclaje impulsen el salto de escala y por tanto un coste competitivo. ¿Por ejemplo? Los masivos materiales de cons-trucción, un sector que consume el 50% de los recursos y genera el 35% de los residuos en el viejo continente. “Es vital buscar alter-nativas viables para evitar la extracción masiva de materias primas vírgenes. Los compromisos en reducción de emisiones y la crisis climática emplazan a la construcción, dado su impacto, a actuar como tracción para otros sectores”, explica Fernando Miragaya. El proceso industrial puede ser tecnológicamente sencillo, pero revalorizar las ingentes toneladas del material constructivo “impli-ca crear una enorme infraestructura de tratamiento distribuida en el territorio porque las distancias pueden hacer inviable la rentabili-dad”, añade el experto de ACCIONA. Lo mismo aplica en renovables —90% reciclable en eólica y 95% en fotovoltaica—, y por partida doble: porque esta década aumentará rápido el material obsoleto y a largo plazo por el incremento de la capacidad instalada. La economía en círculo sigue la misma lógica del mercado, para ganar antes hay que invertir. E incentivar la inversión. Para alcanzar una economía de escala, hay que facilitar el impacto de las empresas tractoras. Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables, hace una reflexión extrapolable a cual-quier sector aunque a un solo futuro: “En la mayoría de los casos, el reciclaje renovable será un coste añadido porque el valor de la recuperación no cubriría los costes de llevarla a cabo. Pero inter-nalizarlo y asumirlo es obligado. Poner el acento en las dificulta-des actuales de reciclado —cuando el proceso está en sus inicios, con resultados positivos y en fase de optimización de costes—, es poner el interés en que nada cambie”. EL BENEFICIO ECONÓMICO DE UN IMPERATIVO ÉTICO El edificio Ombú (Madrid) cierra el círculo. Construido por ACCIONA, reutiliza materiales propios y de otras obras, con un ecodiseño enfocado al reciclaje futuro. Según el Pacto Mundial, el tránsito hacia la economía circular ofre-ce a las empresas este decálogo de incentivos: Minimiza los costes y acelera el crecimiento empresarial. Podría implicar un aumento del 27% del PIB europeo en 2050. Atrae inversiones responsables y el acceso a nuevas fuentes de financiación. Con un 54%, la Inversión Sostenible y Responsable en 2020, en España, superó por primera vez a la tradicional. Mayor seguridad en la cadena de suministro. Los cuellos de bo-tella previos y agravados por la pandemia son elocuentes. Aumenta la innovación y contribuye a que surjan nuevas líneas de negocio. Mejora la reputación y la competitividad. Mayor interacción y satisfacción de los clientes. Según IBM, el 70% de los consumidores que compran teniendo en cuenta es-tos valores paga una cantidad adicional de un 35% por productos reciclados o ecológicos. Favorece las alianzas y los negocios. Facilita la adaptación a las normativas. Si se adoptara en cinco sectores clave en España (acero, aluminio, cemento, plástico y alimentos), las emisiones anuales podrían disminuir en 9.300 millones de toneladas de CO2 en 2050. Disminuye los riesgos asociados a un elevado impacto ambiental y social. Alinea los procesos operativos y la cultura empresarial con la Agenda 2030.