Y el ojo clínico de los ingenieros llamó a la prudencia. Aquello era algo más que un cambio de textura en la roca, así que deci-dieron parar la última fase en la construcción de la autovía A-33 entre Cieza (Murcia) y La Font de la Figuera (Valencia), a su paso por el municipio albaceteño de Caudete. Cuando llegaron los expertos de la Dirección General de Patrimonio autonómico, les dieron la razón, y las gracias. Esos inesperados yesos en el sedimento a 12 metros de pro-fundidad eran ecos prehistóricos, los primeros de unos 6.600 restos fósiles que permitirán conocer, también en profundi-dad, el ecosistema de esta zona de Castilla-La Mancha durante el Mioceno Superior. El nombre puesto al yacimiento, El cruce, PATRIMONIO