URBANISMO / Borde portuario medida que crecía la actividad portuaria. Un arenal que, hasta la primera mitad del siglo XX, se extendía por la fachada del casco antiguo, metiéndose por el interior de sus estrechas calles. Esta relación ha estado mar-cada por la actividad pesquera que, junto con las hileras de casas perpendiculares al borde, la construcción de salazones, astilleros de goletas o los secaderos de re-des y pescado, ha reflejado una identidad y una cultura muy enraizada en el espacio, con señas muy claras que relacionan la actividad de la pesca con la carpintería y cantería. Aunque el antiguo puerto primitivo, A Comboa, había mantenido su presencia, en los años treinta del pasado siglo se trazó el vial pegado a las edificaciones de la fa-chada marítima, convirtiéndose en acceso principal al casco urbano y al propio puerto. Esta actuación supuso importantes cambios en forma de rellenos y nuevos edi-ficios (altos bloques de vivienda) y la presencia del vehí-culo entre usos ciudadanos y portuarios, condicionando y acaparando gran parte de un espacio que ha perdido su carácter. Estado previo