os pastelitos y otros productos de bollería simi-lares se hicieron un hueco en la alimentación in-fantil hace más de cuatro décadas. Se promocio-nan especialmente para el momento de la me-rienda, en ocasiones apoyándose en mensajes basados en reclamos saludables, destacando el aporte de energía o el contenido de ingredientes apreciados, co-mo leche o cacao. Sin embargo, su composición dista mucho de ser saludable. Generalmente, estos productos están conformados por una parte principal, constituida por un bollo esponjoso o bizcocho. Algunos, además, tienen relleno a base de diferentes ingredien-tes, como cacao o confitura de frutas. También pueden tener una cobertura formada, sobre todo, por grasas, azúcar y, en ocasiones, cacao. En esta guía hemos analizado: Tigretón, Bony, Pantera Rosa, Phoskitos, TostaRica, Bollycao, Donettes, Donuts, Weikis y Lulu Fontaneda. ¿De qué estáN compuestos? Sus ingredientes mayoritarios son harina de trigo, azúcar y gra-sas. Eso sí, hay diferencias en cuanto a la proporción y también al tipo de grasas empleadas. No son saludables... aunque nos lo hagan creer guía de compra L Sigue leyendo No son saludables... aunque nos lo hagan creer En un principio puede parecer evidente que los pastelitos son productos poco recomendables: contienen importantes cantidades de grasas, azúcares y calorías, y no se deberían consumir a diario. Pero algunos de ellos muestran mensajes en sus envases que pueden llegar a despistarnos. Por ejemplo, entre los productos analizados en esta guía podemos encontrar los siguientes: “Redescubre la merienda”, que puede dar a entender que se trata de un producto adecuado para consumir en ese momento del día y se podría interpretar que el consumo puede ser diario. Por una parte, encontramos un mensaje similar al anterior: se muestra un icono de un bizcocho junto a una pieza de fruta, acompañados de la frase “Un ejemplo de merienda con TostaRica”. Por otra parte, se destaca que el producto está enriquecido con vitaminas, hierro y calcio y que contiene un 46% de leche. Esto último, además, puede resultar confuso o incluso engañoso, dado que el producto contiene en realidad un 4,5% de leche desnatada en polvo, que una vez reconstituida equivale a esa cantidad de leche desnatada. En el envase se indica que se trata de “un bizcochito nutritivo”, además de destacar que contiene leche. En realidad, tiene un 1% de leche desnatada y un 0,8% de entera en polvo que una vez reconstituida equivale a un 17% de leche, según la etiqueta.