por su distribución geográfica, su reconocimiento y su permanencia en el tiempo”, asegura Alicia Platas, autora del libro Paseos por el modernismo madrileño (Ed. La Li- brería), quien, en su cuenta de X (antes Twitter), y bajo el perfil Alice Silver (@alicesilverpol), comparte detalles de Madrid que pueden pasar desapercibidos y descubre, de paso, no pocos azulejos que aparecen o desgracia- damente se extinguen entre sus calles y rincones. Elementos identitarios. No es el único anuncio en ce- rámica que destaca esta apasionada de la arquitectura y la historia urbana. Alude, igualmente, al de la empresa americana de fabricación de automóviles Studebaker – pintado por Enrique Orce en 1924 y realizado en una de las fábricas alfareras de Triana, en Sevilla, la de Ramos Rejano (según la Guía comercial e industrial de Sevilla, en 1922 había hasta ocho obradores en el popular barrio sevillano)–, y que aún permanece en la calle Tetuán de cultura / Azulejos Los azulejos comerciales se colocaban tanto en las fachadas como en las paredes del transporte público como en la estación de Sevilla, del Metro de Madrid. Estación de Chamberí, conocida como la “estación fantasma”, del Metro de Madrid). Fotos cedidas por Alicia Platas Cartel de la fábrica de cerámicas de Francisco Lahuerta, en Manises (Valencia). Fotos cedidas por Alicia Platas