El pasado 21 de mayo, el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) presentaba, junto con GAD3, la segunda edición del Barómetro de la Vivienda en España, con un enfoque inédito sobre los efectos emocionales del acceso (o la falta de él) a un hogar digno. su hogar agravan esa sensación. En la población ge- neral, ese dato se sitúa en el 50%. Según la encuesta, factores como la ubicación, la falta de luz natural, el mal estado del inmueble, la escasa privacidad o el tamaño reducido del hogar se sitúan entre los principales moti- vos que intensifican el malestar emocional. “La vivienda no puede ser solo un refugio físico. Hoy, es también un factor determinante en la salud mental, especialmente de los más jóvenes. Necesitamos cons- truir pensando en comunidad, accesibilidad y bienestar emocional”, afirmó Alfredo Sanz Corma, presidente del CGATE, durante la presentación. Acceder a una vivienda, un detonante emocional. La situación habitacional, además de influir en el bienestar cotidiano, puede llegar a convertirse en un detonante de trastornos psicológicos. Un 24% de los jóvenes ha experimentado ansiedad o estrés al buscar vivienda, y un 19% declara haber sufrido episodios depresivos di- rectamente relacionados con su situación residencial. Sobre estas líneas, Narciso Michavila y Alfredo Sanz Corma, durante la presentación de este estudio, que tuvo lugar en la última edición de Construmat. En busca de una edificación centrada en las personas En busca de una edificación centrada en las personas La Arquitectura Técnica está en una posición estratégica para asumir este desafío. Su vocación técnica, social y territorial la convierte en agente clave para articular soluciones que respondan tanto a los retos físicos como emocionales del habitar. Como señala el estudio, no se trata solo de proyectar metros cuadrados habitables, sino de crear espacios donde vivir sea sinónimo de bienestar, no de angustia. El CGATE reafirma así su compromiso con una edificación centrada en las personas. Desde su labor institucional, sus herramientas de análisis y su trabajo con los colegios profesionales, la organización seguirá impulsando propuestas que integren la dimensión emocional de la vivienda en todas las fases del proceso constructivo. Porque edificar bienestar no es una metáfora: es una necesidad urgente. Y es, sin duda, una de las grandes responsabilidades del sector en los próximos años.