PROFESIÓN / MUSAAT RECOMENDACIONES TÉCNICO-CONSTRUCTIVAS Disposición de los elementos Normalmente, las arquetas de ladrillo son las más co- múnmente utilizadas. Para su levante, primero es nece- sario la ejecución de una solera de 10 cm de hormigón H-100, que será la que sirva de apoyo y nivelación. Las arquetas, salvo casos excepcionales, se diseñan siem- pre con forma de cuadrado y con un alto diferente en función de las necesidades, pero que, habitualmente, suele ir en consonancia con su lado; no obstante, en ocasiones, podrán configurarse en forma rectangular, si por motivos constructivos fuera preciso. El ladrillo a utilizar será siempre de tipo perforado, no empleándo- se en ningún caso el ladrillo hueco. Antes de usarse, las piezas de ladrillo deben humec- tarse, especialmente en tiempo caluroso, prestando también especial cuidado en rellenar y macizar las lla- gas y los tendeles de sus paredes. Las tuberías se irán colocando durante el propio proceso de levante, reta- cándose todo su perímetro con mortero de cemento para que no queden huecos. Un aspecto fundamental para que las arquetas cum- plan bien su función es saber hacer el revestimiento interior; piénsese que, hasta el tercer cuarto del siglo XX, estas muchas veces eran alicatadas con azulejos precisamente para asegurar fehacientemente que no hubiera pérdidas. A partir de la aparición de las Nor- mas Tecnológicas (NTE-ISS, en 1973), se estandarizó la prescripción del revestimiento interior mediante un en- foscado de mortero 1:3 que, posteriormente, se bruñía. Actualmente, difícilmente se emplea esa dosificación, y con poca asiduidad se efectúa el bruñido, lo cual hace que obtengamos revestimientos de baja calidad. Por otra parte, no siempre es conocido el modo adecuado de puesta en obra de los mismos, lo que hace que se ejecuten cuando el enfoscado está ya fraguado, lo que conlleva que la lechada de cemento no penetre al in- terior para ocluir totalmente los poros del mortero. Así