Comisaría / portada se propone mejorar la permeabilidad entre la población y el Cuerpo de Policía, exponiendo el trabajo del fun- cionario en las áreas menos sensibles. Esta voluntad se construye separando el “velo” del suelo como gesto de apertura y sinceridad. Rehabilitación y memoria. El lugar es un área degra- dada dentro del Polígono de Pumarín, en un residuo ur- bano definido por una fricción no resuelta entre tramas al borde de la cicatriz que representa el ferrocarril. La propuesta resuelve la situación generando un gran espa- cio libre que abre un parque frente al edificio público. La simbiosis entre lo edificado y lo libre absorbe y hace suya la traza del ferrocarril, incorporándola al paisaje urbano como el eco de una memoria construida desde la pro- ducción agrícola y que, en este punto, se aprovecha para diluir la urbanidad en periferia y, desde allí, a lo natural. Todas las cartografías disponibles de la ciudad –desde 1812 hasta 1953– o no hacen referencia al lugar por ser demasiado lejano al centro o, si lo hacen, se ve dibujado como espacio de cultivo, probablemente de pumares o manzanos, de ahí el nombre del lugar. Frente a esta na- turaleza antrópica que introduce lo “salvaje” en la ciudad, DURANTE LA EJECUCIÓN DEl proyecto, SE HA LLEVADO A CABO un control estricto de los medios económicos, INTRODUCIENDO el coste de vida del edificio, sobre todo desde el punto de vista energético