“Una tienda tiene un falso acento francés y la otra un verda- Amancio Ortega y Rosalía Mera, junto a los hermanos dero acento español, pero ambas hablan el mismo idioma del primero, decidieron emprender negocio en la produc- de la moda. Es un lenguaje que entienden los jóvenes segui- ción textil y, después de algunas pruebas que no salieron dores de la moda con un presupuesto limitado que, sin em- bien con otros productos, dieron con el que sería el origen bargo, cambian de ropa con tanta frecuencia como el color de un imperio: las batas de guata. En un bajo de A Coruña de su lápiz labial”. Así comenzaba el artículo que la perio- y confeccionadas por Mera y por la esposa de Antonio, her- dista Anne-Marie Schiro publicó enThe New York Times el mano de Amancio, las batas comenzaron a salir al mercado 31 de diciembre de 1989 con motivodeapetradl aru e una a principios de los sesenta. tienda de la cadena Express y otra de Zara en Lexington En 1963, cuando España continuaba su apertura al exte- Avenue, en Nueva York. En aquel artículo, titulado Two new rior en plena dictadura franquista y llegaba la moda yeyé, al storesthat cruise fashion’s fast lane, se utilizó por primera vez son del primer LP de The Beatles, se fundó GOA, acrónimo el término fastfashion, una expresión que describeun m-o de las iniciales al revés del nombre de Amancio Ortega. El delo de negocio, llenando titulares, informes ypapers aca- pequeño taller inició sus pasos primero como fabricante y démicos. Mientras Express terminó siendo rescatada de los después como wholesaler, cuando comenzaron a aparecer las juzgados el pasado verano, la segunda, Zara, ha dado lugar al etiquetas de GOA en tipografía oriental cosidas a las pren- mayor grupo de gran distribución de moda del mundo y ha das que se exportaron a varios países de Europa. terminado cambiando la historia del sector. La de Lexington Como distribuidor al por mayor, Amancio Ortega se dio Avenue fue, de hecho, la primera tienda de Zara fuera de la cuenta de dos cosas que marcarían su trayectoria: el margen Península Ibérica, pero para llegar a ella Inditex, cuando ni y el riesgo. Eran los setenta y el mundo estaba sumido en la siquiera era Inditex, debió sentar las bases de su modelo, per- crisis del petróleo, que comenzó a finales de 1973 tras la de- feccionado con los años pero cuyos pilares siguen firmes. cisión de Organización de Países Exportadores de Petróleo Busdongo deArmas, en León, tiene actualmente 72 ha- (Opep) de no exportar más petróleo a los países que habían bitantes, según el Ayuntamiento de Villamanín, al cual per- apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kipur. En esa dé- tenece. En esta localidad nacióAmancio Ortega Gaona en cada, concretamente en 1974, se firmó también el Acuerdo marzo de 1936, sólo cuatro meses antes de que comenzase Multifibras, que regulaba el comercio global de productos la Guerra Civil. La historia de Busdongo estuvo marcada textiles y que establecía, a partir del 1 de enero de 2005, la li- por el ferrocarril, igual que los orígenes de Ortega. Su padre, beralización total del sector y la explosión de la moda como oriundo de Valladolid, trabajaba allí de ferroviario y cuando industria global. el pequeño Amanciotenía sólotres meses fue trasladadoa La cancelación de un pedido por parte de un compra- Tolosa (Guipúzcoa), donde la familia, con dos hijos mayo- dor alemán y la crisis hicieron que el empresario, convertido res, Antonio y Josefa, vivió unos diez años, cuando se mu- hoy en uno de los hombres más ricos del mundo, buscase un daron, de nuevo siguiendo el tren, a Galicia. modelo de negocio que le permitiera ser más flexible, por un En plena adolescencia, Amancio Ortega dejó los estu-Tras la apertura de una tiendalado, y dar salida al stock acumulado, por el otro. Si él tenía dios y entró en el mundo laboral para aliviar las estreche- llamada Sprint en la calle el control del diseño y la producción, pero no del margen, ces económicas de la familia, trabajando como repartidor Torreiro de A Coruña que ¿por qué no saltarse al distribuidor y quedarse con el cien en la camisería Gala de A Coruña, con clientes de alta cuna no funcionó, Zara puso en por cien para, a su vez, poder ser más rápido y flexible? Eso de la ciudad y que terminaría cerrando sus puertas en 2015 marcha su primer punto de fue loque debió pensar Amancio Ortega cundoameda , ia- víctima, como tantos otros comercios, de la transformación venta en mayo de 1975 en la dos de los setenta, abrió su primera tienda propia. de la distribución de moda. DeGala, Amancio Ortega pasó calle Juan Flórez. Después, El primer establecimiento de Ortega, sin embargo, no a otro comercio clásico de la ciudad, La Maja, donde tam-Zara se expandió por Galicia funcionó: se llamó Sprint, estaba en la calle Torreiro de A bién trabajaba su primera esposa, Rosalía Mera, coruñesa y, a continuación, lo hizo siguiendo la N-6. En 1983 Coruña y en él distribuía diferentes marcas, como On the de origen humilde que empezó como costurera y pasó des-llegó a Barcelona y en 1985, Road. En 1975 llegaría el mometo lvncaecon lanagiuuración pués a dependienta. a Madrid. de la primera tienda de Zara en la calle Juan Flórez de la ciu- dad gallega, ya conunas primigenias etiquetascon elclima Zara . TiendasdeMdao , un rótulo de grandes letras rojas y escaparates que anticipaban la visión de imagen común y global de Amancio Ortega. Posicionada desde su fundación como una tienda en la que comprar prendas de moa de calidad meia a precosd d i asequibles (haciendo gala de la tan citada democratización de la moda), a la de Juan Flórez le seguiría otra en el Mercado As Conchiñas. “Cada fin de semana Amancio Ortega estaba en la tienda, hablando con las vendedoras y con los clientes -explica un exdirectivo de Inditex-; eso era elfast fashion pri- migeno, la agia llegó cuando se escaló”. Para finales de los setenta ya había una docena de tiendas Zara en diferentes ciudades de gallegas, aunque GOA seguía trabajando tam- bién comowholesaler. En los ochenta,Zara comenzósu epansióx n enEpsaña siguiendo la N-6 y se abrieron tiendas en Ponferrada, León o Logroño. Tras su estreno en Galicia, la segunda prueba de fuego de Zara en España llegaría en Barcelona en 1983: si la cadena funcionaba en la capital catalana, lo haría en el resto del país. Y lo hizo. De la mano de un matrimonio ga- llego afincado en Barcelona, Zara abrió en la calle Pelayo. En 1985 llegaría Madrid, primero en Bravo Murillo y des- pués en la calle Carretas. Para finales de la década, Zara ya 54 Modaes — Nº 53 adom al ’ótnevni‘ araZ omóC :ortnec le ne adneit al noc soña atneucniC